Este indicador no solo refleja una crisis habitacional, sino también una concentración urbana que podría estar asfixiando las posibilidades de un desarrollo más equilibrado en el país.
En este contexto, surge una pregunta clave: ¿y si la solución al acceso a la vivienda no estaría en las grandes ciudades, sino en la promoción de un desarrollo territorial que incentiva la vida en regiones?
El informe detalla factores como el alto costo del suelo y la densificación limitada en las principales urbes, elementos que han restringido las posibilidades de crecimiento habitacional asequibles. Según urbanistas, la centralización extrema en ciudades como Santiago ha llevado a un encarecimiento insostenible de los precios de las viviendas.
“La sobreconcentración en unas pocas ciudades está dejando al resto del territorio subutilizado, cuando en realidad podría ser una solución para las familias y una oportunidad para el desarrollo económico de las regiones”, señala un experto en planificación urbana.
La descentralización como solución habitacional
Diversos analistas proponen que la clave para revertir esta tendencia está en fomentar la descentralización. Esto implica no solo trasladar industrias y servicios a regiones, sino también potenciar los sistemas de conectividad, acceso a servicios básicos y desarrollo de polos urbanos intermedios.
Algunos ejemplos exitosos en países como Alemania y Japón muestran que invertir en infraestructura y generación de empleo en ciudades de tamaño mediano puede aliviar la presión sobre las grandes metrópolis, haciendo que la vivienda sea más accesible y mejorando la calidad de vida.
El desarrollo territorial requiere un enfoque integrado. Políticas como subsidios diferenciados según regiones, estímulos para la construcción sostenible en áreas no urbanizadas y modelos de urbanización inclusiva son algunas de las propuestas que podrían ser implementadas.
Además, el diseño de nuevas ciudades o la revitalización de localidades olvidadas debería integrar tecnologías de construcción eficiente y adaptarse a las necesidades específicas de cada región, desde los climas extremos del norte y el sur hasta las particularidades del centro del país.
El llamado a una nueva visión país
La CChC ya ha señalado que la solución a esta crisis debe ser un esfuerzo colectivo. Sin embargo, incorporar la descentralización como un eje estratégico también implica replantear cómo concebimos el desarrollo del país. “Es momento de imaginar un Chile donde las oportunidades no están limitadas a las grandes ciudades, sino que son parte de un ecosistema territorial más justo y equitativo”, destacó un representante de la industria.
Esta no visión solo resolvería el problema del acceso a la vivienda, sino que también contribuiría a enfrentar desafíos como el hacinamiento, la contaminación y las desigualdades económicas. Al fin y al cabo, más que construir casas, se trata de construir comunidades y territorios que sean sostenibles y prosperen juntos.
Fuente:
Compartir Noticia